Abrió sus puertas poco antes de la pandemia y ya está convertido en uno de los paseos favoritos de los habitantes y visitantes de La Serena y Coquimbo.

Es que el Pueblito Peñuelas es un entretenido lugar para visitar todo el año, una feria permanente dedicada a la artesanía y la manufactura regional, al estilo del Pueblitos de Los Domínicos.

Es una de las novedades en el Valle del Elqui. De hecho, hace un par de años se inauguró el Planetario Mamalluca, el segundo recinto de este tipo que abre en Chile después del emblemático Planetario Usach.

Se instaló dentro de Mamalluca, el primer observatorio del país destinado al turismo y que es uno de los lugares más visitados en todo el Valle del Elqui.

Así, a los tours para ver las estrellas a través de telescopios que ofrece el observatorio se suma el Planetario, donde puedes ver producciones sobre el Universo que se proyectan en su domo en 360°, con imágenes en 4K y sonido envolvente, las que en conjunto ofrecen una experiencia inmersiva que sorprende a grandes y chicos.

El faro de La Serena es uno de los lugares de visita obligada para quienes pasean por la Región de Coquimbo y específicamente por su capital.

Es que este lugar, que tiene la categoría de Monumento Histórico, es uno de los hitos de la ciudad, además de uno de sus símbolos junto con las papayas. De hecho, su imagen es uno de los infaltables en los souvenirs.

Por eso para sus habitantes y para los turistas fue una buena noticia su reapertura tras tres años cerrado al público por remodelación.

Ahora también lo puedes recorrer por dentro y hasta se puede subir a su terraza en el segundo piso, algo que antes de su restauración no se podía hacer, y disfrutar de una bonita vista panorámica de la playa.

Es un pecado visitar Vicuña, Paihuano o Pisco Elqui y no aprovechar de ver las estrellas en los diferentes observatorios repartidos por el Valle del Elqui.

Ya se sabe que los cielos más limpios y transparentes del mundo están en Chile y este valle del norte del país es una de las zonas más privilegiadas.

Ahí, no sólo hay cielos nítidos, sino también escasa contaminación lumínica, lo que ha permitido la instalación de varios observatorios astronómicos turísticos.

En el Valle de Elqui siempre hay nuevos e increíbles lugares para descubrir, como el hotel Vívelo Elqui, que hace poco se instaló en el pueblo de Horcón.

A los pies de la cordillera y rodeadas de vegetación nativa se encuentran sus nueve habitaciones, repartidas por una superficie de 25.000 m2, bien distanciadas entre sí, de estilo minimalista y con grandes ventanales para apreciar el paisaje. Y algunas hasta poseen una tina junto a la ventana.

Un lugar que invita al relajo total y donde se paga por experiencia. Su valor incluye la noche de hotel, desayuno y acceso a las instalaciones de hotel.

Esto es, una piscina de borde infinito frente a la montaña, ideal para capear las tarde de calor en el valle, y una jornada en su spa, que tiene la gracia de ser al aire libre, con tinas caliente y un sauna de vapor rodeados de vegetación, además de unas pozas naturales en el río.

Además de una cena en su restaurante, Juana’s, donde los protagonistas son los productos de la zona y que considera un menú de tres tiempos, aperitivos y vino de reserva de su cava.

No puedes ir al Valle del Elqui y no probar sus piscos, que tienen fama mundial. Mucho mejor si lo bebes donde mismo los elaboran, en la destilerías repartidas por la zona.

Y es que algunas están abiertas al público con tours donde no solo conoces el proceso de elaboración de este destilado, sino también su historia y secretos y donde por supuesto degustas el pisco.

Es el caso de Los Nichos, la destilería más antigua de Chile, que tiene más de 150 años y una historia digna de conocer a través de sus recorridos, que se realiza todos los días. Puedes ver más detalles aquí.

También en Pisco Elqui se encuentra Doña Josefa, una con casi 100 años de historia donde se conservan los métodos de producción y, por supuesto, el inigualable sabor de su pisco.